El sexo resulta una sobre nuestras grandes preguntas vitales, un problema que, dada su magnitud, tiende a desbordarnos y la inmensa mayoridad de estas veces se ha intentado acallar, calmar o reponer con topicos asi como banalidades.
No existe ni ha habido Jamas un unicamente acontecer humano que nunca haya intentado comprender. En cuanto un fenomeno se nos pone por delante desde la pedrusco a un amanecer, desde un padecimiento a un dilema o la alegria, todo el tiempo intentamos darle sentido, lo cual seria, comprenderlo. Esto implica que somos seres problematizantes,lo que nunca significa que nos volvamos unos pelmazos dando la tabarra cara a cada disputa que se presenta en la existencia, sino que nos domina el asombro, la fascinacion.